Yo no padezco Diabetes.

Voy a intentar aclarar de una vez mi sentir al respecto de esta dulce compañía que muchos llaman enfermedad, afortunadamente (o por desgracia, depende como se vea) no duele, en el caso de otras dolencias, enfisema o gota por ejemplo, la enfermedad es palpable, incluso existen algunas que manifiestan sus consecuencias como es el caso de la gastritis que provoca una reacción del organismo cuando no se sigue el tratamiento. En el caso de la diabetes no es así, la única manifestación a corto plazo nos la da un evento externo (aparato o análisis) pero no tiene ninguna manifestación física inmediata.

Debo admitir que estaba buscando desde hace tiempo una razón para seguir una dieta, soy incapaz de hacer algo sin una motivación, dejé de fumar porque el dinero que empleaba en tabaco lo destine a pagar Internet, en realidad ya no le encontraba sentido a fumar, no lo disfrutaba y bastantes veces me encontraba con un cigarro entre las manos y no recordaba haberlo encendido, o lo hacía automáticamente cuando no tenía otra cosa que hacer; algo similar me estaba sucediendo con la comida, no tenía un motivo para no ir a comer tacos en la esquina o dejar de consumir tres tortas y un licuado a la hora de la comida en lugar de un menú clásico.

No digo que la estoy disfrutando porque no es así, no me gusta el pincharme los dedos, no soy masoquista, pero tampoco la sufro, si voy a una reunión como de todo, con moderación eso si, pero en realidad me privo de muy poco. El resto de la semana sigo una dieta bastante permisiva que incluye mis alimentos favoritos.

Afortunadamente mis cuidados se limitan a dieta, ejercicios y dos pastillas al día, quizá llegue a usar insulina, espero fervientemente que no sea así, pero no creo que el mundo se termine si llego a depender de ella.

Yo creo que esta dulce compañera (aunque a muchos les parezca amarga) no debe ser satanizada, es una condición de origen genético como la intolerancia a la lactosa, por ejemplo, en este caso sería intolerancia a la glucosa, pero con dieta y cuidados no hay de que preocuparse. No dudo que muchos médicos, nutriologos, dietistas, naturistas y personas con mayores conocimientos podrán encontrar muchos fallos en mi razonamiento, yo no me siento poseedor de la verdad absoluta, es posible que mi enfoque este errado (tanta gente que la posee y la sufre no puede estar equivocada), sin embargo le he preguntado al endocrinólgo con el que inicié el tratamiento y al diabetólogo que actualmente sigue mi caso y mientras el primero no encontró argumentos en contra (aunque también dudo que se haya esforzado mucho), el segundo (insulinodependiente desde hace más de 20 años) alienta mi postura.

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